Agua nebulizada: ¿cuándo debemos usar este sistema en la extinción de incendios?

En muchas ocasiones, no es conveniente utilizar el agua de forma masiva para extinguir un incendio en determinadas instalaciones o equipos eléctricos ya que podría dañarlos. Y os preguntaréis, ¿qué es apropiado utilizar en estos casos? La respuesta es el agua nebulizada.

El sistema de agua nebulizada es un sistema de protección contra incendios que  optimiza la utilización de este elemento a través de la división en gotas de agua de muy pequeño tamaño. Dichas gotas, cuyo tamaño es inferior a 1000 micras, permiten el enfriamiento tanto de la llama como de los gases generados por la combustión mediante la absorción del calor (evaporación), mitigación de la transmisión de calor (radiación) y el desplazamiento del oxígeno en el foco de fuego (dilución).

La eficacia de este sistema depende de la distribución del tamaño de las pequeñas gotas, la densidad de descarga y la dinámica de nebulización con respecto a la situación en la que se produce el incendio.

El empleo de agua en forma nebulizada mejora la eficacia extintora y permite su utilización en determinadas ocasiones en los que el uso de agua a chorro es perjudicial. Así, por ejemplo, no es recomendable en caso de los fuegos de líquidos inflamables, los equipos electrónicos y los eléctricos. Asimismo, este sistema es igualmente adecuado en instalaciones como museos, bibliotecas, galerías de arte e incluso aerogeneradores, parkings robotizados o aplicaciones marinas.